BIBLIOGRAFÍA 5
BIBLIOGRAFÍA:
López, J. Paz, J. González, R. Macías, J. Biología del envejecimiento. En: Macías, J. Geriatría desde el principio. Barcelona: Editorial Glosa; 2001. P. 15-38.
COMENTARIO:
El envejecimiento es un proceso intrínseco, progresivo y universal condicionado por factores radicales, hereditarios, ambientales, higiénico-dietéticos y sanitarios. Es multifactorial, multiforme y asincrónico, su característica fundamental es el deterioro del rendimiento funcional que se traduce en una lentitud e incluso imposibilidad de adaptarse a situaciones de restricción o sobrecarga biológicas, físicas, psicológicas, ambientales y sociales.
A continuación describiré los principales cambios que producen el envejecimiento en la estructura y la función de diversos órganos y sistemas.
Piel
En la epidermis aparecen fenómenos atróficos, la capa basal se hiperpigmenta y existe un discreto grado de hiperqueratosis. En la dermis, en las zonas descubiertas se evidencia atrofia y degeneración del colágeno que da lugar a la elastosis senil y a degeneración actímica con dilatación de los vasos y roturas vasculares ante traumatismos insignificantes que producen púrpura senil.
Aparato circulatorio
La cardiopatía isquémica representa la enfermedad cardíaca más común en el anciano, con una incidencia creciente según la edad. Incluso en ausencia de enfermedad cardiovascular o renal primitiva, existen otros factores que pueden modificar el comportamiento cardiocirculatorio del individuo, como son las enfermedades respiratorias crónicas o alteraciones endocrinas; hopotiroidismo, hipertiroidismo, diabetes.
Corazón
Los estudios ecocardiográficos han demostrado cierta hipertrofia del ventrículo izquierdo, en particular de su pared posterior, que se atribuye al aumento de la poscarga que se produce como consecuencia de los cambios vasculares relacionados con la edad, sobre todo con los de la aorta.
Vasos
El árbol vascular sufre importantes cambios con el envejecimiento. La capa íntima de la pared arterial normal es la que más se afecta por estos cambios a medida que avanza la vida. En especial aumenta su grosor a expensas de depositarse en ella calcio y diversos tipos de tejido conjuntivo.
Riñón
Los riñones de los ancianos son en apariencia normales, con la superficie lisa o finalmente granulada en más de la mitad de los casos, si bien el 14% de ellos presenta cicatrices. El tamaño del riñón se modifica por el envejecimiento, entre los 50 y 80 años la longitud renal disminuye 2 cm.
Aparato digestivo
•Boca y orofaringe: la disminución del número y la funcionalidad de las piezas dentales tiene un efecto obvio en la eficacia de la masticación. Esto, junto con la disminución en la capacidad de secreción de saliva, dificulta la formación del bolo alimenticio. La deglución requiere una coordinación muy fina de diferentes músculos esqueléticos de la faringe, que están controlados por el centro de la deglución medular.
•Estómago: existe un aumento de la susceptibilidad de la mucosa gástrica a la lesión inducida por el jugo gástrico.
•Intestino delgado: no se ha encontrado una disminución de la capacidad de absorción e nutrientes, probablemente debido a la gran reserva funcional.
•Intestino grueso: gran número de ancianos padecen de estreñimiento que está relacionado con la disminución de la motilidad colónica, el aumento de la dureza de las heces y el aumento del colágeno en la pared del colon.
•Hígado y función biliar: reducciones en el flujo sanguíneo hepático y en el aclaramiento biliar e diversas sustancias junto con la disminución de la perfusión hepática.
•Páncreas: en el páncreas exocrino se observan alteraciones histológicas como disminución de peso, hiperplasia epitelial ductal, fibrosis interlobular y desgranulación de las células acinares.
•Metabolismo de los hidratos de carbono, lipídico y del ácido úrico: el 50 % de las personas mayores de 80 años presentan cierto grado de intolerancia a la glucosa. En los ancianos no son infrecuentes las hiperlipidemias e hiperuricemias.
•Alteraciones inmunológicas: los ancianos son más susceptibles que los jóvenes a infecciones de agentes que penetran a través del tracto digestivo, lo cual indica una disminución de las funciones inmunológicas de la mucosa gastrointestinal.
Sistema nervioso
En el SNC no existe atrofia neuronal generalizada, pero sí ocurre en ciertas áreas como en el locus coeruleus (neuronas predominantemente catecolaminérgicas), en la sustancia negra (dopaminérgicas) y en el núcleo de Meynert e hipocampo (colinérgicas), no sufriendo atrofia la corteza y el cerebelo. El SNA pierde competencia con la edad en la termorregulación (hipotermia), en el control de barorreceptores y en la adaptación rápida a cambios posturales (hipotensión ortostática) y en la disfunción de los barorreceptores.
Equilibrio oxidante-antioxdidante:
Los ancianos respecto a los jóvenes producen un aumento de radicales libres de oxígeno. Está probado que los efectos del estrés oxidativo se hacen patentes en tejidos cuyas células poseen largo periódos de supervivencia posmitótica como es el caso de las del cerebro, corazón músculo liso y riñón y órganos diana para la HTA.