- BIBLIOGRAFÍA
- COMENTARIO
En éste articulo se tratan los mecanismos biológicos y neurológicos que pueden provocar el envejecimiento del sistema nervioso.
Se piensa que el aumento del nivel de vida así como los factores ambientales, tales como los avances en nutrición, medicina, o salud pública, hacen que haya aumentado la expectativa de vida en los países desarrollados durante el s.XX.
El sistema nervioso es especialmente vulnerable al envejecimiento. Durante el envejecimiento se producen cambios de gran magnitud y que provocan un gran impacto sobre las personas mayores, ya que se dificulta su movilidad y su capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
En muchos ancianos aparecen patologías neurodegenerativas, aunque numerosos cambios neurológicos que tienen lugar en las personas mayores se producen sin que tenga que haber un envejecimiento patológico.
Muchos individuos presentan alteraciones cognitivas asociadas a la edad (comienza a declinar el estado cognitivo apareciendo déficit de la memoria y la capacidad de usar de forma adecuada la información que les llega y las habilidades mentales).
Estos déficit neurológicos que aparecen en la vejez no corresponden a muerte neuronal, sino a cambios degenerativos de tipo funcional.
En el artículo se ponen ejemplos como: cambios asociados al envejecimiento que inciden en la regulación del calcio, el estrés oxidativo y la respuesta inflamatoria. Éstos cambios, a su vez modifican la función neoronal.
Los límites entre envejecimiento normal y patológico no están claramente diferenciados y parecen estar influenciados por innumerables factores biológicos, influencias genéticas, pero también dependientes de factores ambientales como la dieta, drogas o el historial de enfermedades. Algunos cambios que ocurren durante el envejecimiento (DM, alteraciones endocrinas, HTA,etc) afectan al sistema nervioso.
El metabolismo y factores ambientales como el tabaquismo, la polución, etc determinan la generación continua de radicales de oxígeno. Estos radicales producen daño oxidativo en lípidos, proteínas y ADN, y las moléculas dañadas se acumulan durante el envejecimiento. El deterioro secundario al envejecimiento se observa más claramente en células que no se dividen, las cuales, al ser dañadas, no pueden ser reemplazadas por células nuevas, como es el caso de la neurona. Si bien no se ha podido demostrar con certeza cual es el papel de este daño en la senescencia, el estrés oxidativo sería uno de los mecanismos posiblemente involucrados en las enfermedades neurodegenerativas.
Cambios en la regulación del calcio podrían modular gradualmente el envejecimiento cerebral normal, y al mismo tiempo, aumentar su vulnerabilidad a enfermedades neurodegenerativas. La señalización por calcio depende de la elevación transitoria de su concentración intracelular. Esta elevación selecciona, en forma selectiva, diferentes vías de señalización, dependiendo de la concentración del calcio y de sus características temporales y espaciales. La regulación de la homeostasis del calcio en las células cerebrales se perdería en forma temprana durante el envejecimiento, alterándose múltiples vías de señalización y afectando en forma adversa la fisiología celular y diversas funciones moleculares.
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