Ana Mª Ruiz Molina
Moragas Moragas R. Trabajo. En: Moragas Moragas R. Gerontología social. Vol. 1. 2ª ed. Barcelona: Herder; 2004. p. 161-172.
En el capítulo de este libro nos encontramos con una detallada exposición sobre la jubilación así como de sus variedades, efectos y proceso.
La mayor parte de los significados que se le atribuyen a la jubilación son negativos. Pero la jubilación tiene una gran importancia ya que no sólo afecta a la vida laboral, sino también a la vida social, familiar y económica presente y futura.
Convencionalmente se ha entendido como la entrada en la ancianidad, y socialmente, se le ha dado al jubilado un rol sin rol a diferencia de en otros tiempos, por lo que esta etapa supone la pérdida del status social por no habérsele reconocido un papel social.
Así, antes cuando los mayores dejaban una actividad, encontraban otra sustitutiva relevante para ellos y útil para la comunidad. También, el nº de éstos era mucho menor al actual.
La solución a este problema pasaría por reconocer a los jubilados un rol que les de responsabilidades, status y prestigio social. Se debe restar importancia al trabajo en la vida activa para que así, no se vea la jubilación como un período pasivo que no aporta. Cuando esta mentalidad pasa a la población, nos encontramos con la pasividad hacia las responsabilidades familiares para el cuidado de los mayores. Por lo que las responsabilidades caen en el Estado y de esta manera, aumenta el gasto público y disminuye la calidad asistencial.
Nos encontramos con algunas variedades de jubilación:
§ Por la libertad del sujeto.
o Jubilación voluntaria. El sujeto decide en qué momento ocurre y está condicionada por datos objetivos y subjetivos como la prestación económica, la salud, las expectativas…
o Jubilación forzosa. Se le impone al sujeto por haber alcanzado la edad reglamentaria (funcionarios públicos) o estar incluido en los supuestos forzosos.
§ Por el tiempo.
o Jubilación normal. A los 65 años, pero ahora ampliada a los 67.
o Jubilación anticipada. Antes de la edad fijada y sujeta a diversas causas.
o Jubilación retrasada. Se dilata por intereses del trabajador y organización.
Entre los principales efectos derivados de la jubilación nos encontramos con: económicos, como la reducción de ingresos; físicos, como el llamado “síndrome de la jubilación” que afecta al bienestar físico y que a veces resulta difícil de aislar; psíquicos, efectos negativos por ejemplo por considerar mejor su vida anterior con trabajo que la actual; sociales, como el aislamiento social que supone dejar el grupo de relación o compañeros de trabajo; y familiares, por la afectación de las relaciones y familiares y en especial la modificación de los ritmos vitales con la pareja.
Así, resulta fundamental el fomento de tres factores fundamentales en el paso del trabajo a la jubilación: prevenir la enfermedad y desarrollar hábitos de salud, revalorizar las pensiones y preparación para la jubilación.
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