MARIA ABENZA MEDRANO
BIBLIOGRAFÍA 3 (10/10/11)
Mayán JM, Antelo M. Jubilación. En Mayán JM, Antelo M, Buide I, Camiña F, Carbón S, Carro O, Fernández R, et al., Gerontología Social. 1º ed. Santiago de Compostela: Ediciones Sega; 2000.p. 466-486
COMENTARIO: JUBILACIÓN
La jubilación es la situación a la que pueden acceder las personas que atendida la circunstancia de la edad, cesaron voluntaria o forzosamente en su trabajo profesional por cuente ajena o por cuenta propia.
Tradicionalmente se viene identificando la ancianidad con la jubilación. Y esto, en la medida en que las jubilaciones llegan a las personas con menos edad y mejor estado de salud física y mental, implica una ancianidad caracterizada por las repercusiones económicas, sociales, emocionales, de ocupación de tiempo libre, de identidad…
La jubilación supone, entre otras cosas, la interrupción de la vida laboral, el replanteamiento de la vida familiar, la disponibilidad de más tiempo libre, la necesidad de ocupar el abundante ocio y la reducción del poder adquisitivo. Pero también supone la posibilidad de dedicarse a actividades diferentes, de recuperar el tiempo para compartir con el cónyuge y el resto de la familia, la perspectiva de hacer cosas que siempre han querido hacer y para las que antes no se encontraba la oportunidad o el momento.
La jubilación provoca repercusiones de notoria relevancia en la mayor parte de los aspectos de la vida. Quizás las dos que impliquen mayor importancia sean; la disminución del nivel de ingresos y el cambio en el status ocupacional.
Existe una notable distinción entre jubilarse de una profesión que se realiza porque no queda mas remedio con las que no siempre se está identificada y de una actividad vocacional. En lo que en la mayoría de los casos, la edad no es impedimento sino una ventaja y una facultad. Para las personas que se sienten identificadas con su trabajo, jubilarse supone una imposibilidad legal o material de continuar realizándola, el proceso de adaptación en este caso ese más difícil.
La sensación de fracaso en la adaptación a la jubilación suele manifestarse a través de reacciones de tipo depresivo, que pueden verse acentuadas por la muerte de seres queridos o amigos íntimos, dificultades económicas, miedo ante el hecho de la muerte, temor o soledad…etc.
Por ello es necesario mentalizarse y prepararse con suficiente antelación. De hecho, menos de un 5% de los trabajadores de la comunidad europea recibe algún tipo de preparación para la jubilación. En España, en relación con la totalidad de la población trabajadora, el número de trabajadores que acceden a estos programas es prácticamente irrelevante.
La preparación para la jubilación constituye un proceso de información-formación para que futuros jubilados asuman sus nuevos cometidos en la vida. La sociedad y las empresas tienen la obligación morar y material de ayudar a los futuros jubilados a adaptarse a esta nueva etapa de la vida.
Así los jubilados del futuro considerarán la jubilación como una etapa más de la vida, con actividades relevantes, relaciones sociales satisfactorias y acumulación política de una persona, ya que no serán, en la mayoría solamente unos receptores pasivos de una pensión, sino unos plenos ejercitantes de sus derechos.,
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