Julián Pérez García
10/10/11
En la segunda práctica de Enfermería Geriátrica y Gerontológica estudiamos múltiples escalas, índices y test de valoración que podemos aplicar a las personas ancianas en los distintos ámbitos de la atención enfermera. Algunos de ellos, en los que nos centraremos, son específicos de la población mayor de 65 años. Unos son autoadministrados, que quiere decir que la propia persona encuestada realiza el test para sí misma, y otros, la mayoría, son heteroadministrados, en los que el enfermero o cuidador realiza el test al paciente. Los test serán válidos en función del patrón de comparación y en función de la persona con la que se utilice.
Test de Barber: Es un test específico de la población anciana que consta de dos partes. Una de ellas para ancianos que viven en el medio rural, siendo en este caso heteroadmisitrado por los altos niveles de analfabetismo que podemos encontrar y otra parte para ancianos que viven en el medio urbano, siendo en este caso autoadministrado. Ambos tienen los mismos 9 ítems, son de respuesta dicotómica SÍ/NO y nos permite valorar si el anciano sugiere o no riesgo de dependencia.
Conozca su salud nutricional: También es específico de la edad geriátrica. Consta de 10 ítems y aunque es autoadministrado tendremos que tener siempre en cuenta las habilidades cognitivas y perceptivas de los pacientes. Nos permite saber si existe ‘riesgo nutricional’ y el grado en que este se presenta. Es recomendable ir repitiéndolo cada cierto tiempo a la población diana.
Mini Nutritional Assessment (MNA): Otra escala específica para valorar el estado nutricional del anciano. En este caso hay un primer test de cribaje y un segundo test de evaluación, ambos heteroadministrados. Es recomendable su realización en ancianos que vivan solos, en aquellos excesivamente gordos o delgados, si han padecido alguna situación estresante o han sido intervenidos quirúrgicamente, etc.
Cuestionario de valoración de incontinencia urinaria: En este caso estamos ante un test dirigido a la población general. Discrimina entre hombres y mujeres y en ambos casos es heteroadministrado. En el caso del hombre puede identificar la incontinencia urinaria de urgencia y por obstrucción prostática, y en el caso de la mujer incontinencia de esfuerzo y de urgencia. Es un test poco específico porque sus valores son predictivos.
Índice de Barthel: Es heteroadministrado y aunque está dirigido a la población general puede ser muy útil a la hora de conocer la independencia o dependencia del anciano para las actividades de la vida diaria y en caso de dependencia el grado en que ésta se presenta (escasa, moderada, severa o total). A menor puntuación, mayor dependencia. Los 10 ítems valorados son: comer, lavarse-bañarse, vestirse, arreglarse, deposición, micción, ir al retrete, trasladarse al sillón o cama, deambulación y subir o bajar escaleras.
Índice de Katz: Otra escala general heteroadministrativa para valorar las actividades de la vida diaria. Aunque es un buen índice, es más claro, y por tanto de primera elección, el índice de Barthel, en el cual la valoración se hace de manera cuantitativa y en Katz de manera cualitativa.
Escala de Tinetti: Escala heteroadministrada para la población general de valoración del equilibrio y la marcha a través de 22 ítems. La respuesta del paciente será interpretada como normal, adaptada o anormal. Tres o más anormalidades se correlaciona con personas de mayor edad que realizan menor ejercicio físico y que tienen mayor antecedente de caídas. Útil en ancianos.
Escala de riesgo de caídas múltiples: Es una escala heteroadministrada específica de la población mayor de 65 años. Los cuatro ítems que se valoran son: caídas previas, incontinencia urinaria, problemas visuales y limitación funcional. Muy útil en el anciano ya que en caso de riesgo mayor de caídas múltiples estaría indicada la eliminación de barreras arquitectónicas, ayudas como bastones para la marcha, etc.
Cuestionario Oviedo del sueño: Dirigido a la población general con trastornos depresivos. Es heteroadministrado. Nos permite valorar la satisfacción subjetiva del sueño, así como la presencia de insomnio e hiperinsomnio. Es aplicable a la población anciana ya que tienen afectada de manera importante la calidad del sueño.
Set-test de Isaacs: Se trata de un cribado de demencias para la población general mayor de 65 años. Se hace de manera heteroadministrativa y consiste en que el entrevistador propone 4 categorías (colores, animales, frutas y ciudades) y el paciente tiene que decir un máximo de 10 ítems válidos en cada categoría, con un 1 minuto máximo de tiempo por cada set. Los errores no puntúan y cada ítem válido es un punto. En ancianos, menos de 27 puntos se asocia a demencia y menos de 25 a posible Alzheimer. Muy útil por tanto en la valoración de enfermedades degenerativas.
Test de Yesavage: Es un cribado de la depresión en personas mayores de 65 años que consta de 15 ítems y que se hace de manera heteroadministrativa. Recomendable hacerlo cuando se detecte un cambio en el nivel de vida habitual, o a aquellos ancianos que se quedan viudos, también es útil en cuidadores. Hay que tener en cuenta que este test solo valora la depresión, a diferencia de la escala de Goldberg que valora ansiedad y depresión. En cualquier caso para hacerlo a ancianos este será el de elección.