Nuevo curso y nuevo blog. Este será el espacio en el que el GRUPO 13 de Enfermería Geriátrica y Gerontológica de la Facultad de Albacete mostraremos todos los trabajos de la asignatura. Gracias por las visitas y un saludo.

Domingo, 11 diciembre 2011

BLOG CERRADO

Recuento total:

MARÍA ABENZA MEDRANO: 4 bibliografías, 4 cuestionarios, 4 prácticas, 1 bibliografía trabajo de campo.

ROSA DOÑATE GONZÁLEZ: 4 bibliografías, 4 cuestionarios, 4 prácticas, 1 bibliografía trabajo de campo.

LAURA GARRIDO MARTÍNEZ: 4 bibliografías, 4 cuestionarios, 4 prácticas, 1 bibliografía trabajo de campo.

LAURA NAVARRO LÓPEZ: 4 bibliografías, 4 cuestionarios, 4 prácticas, 1 bibliografía trabajo de campo.

JULIÁN PÉREZ GARCÍA: 4 bibliografías, 4 cuestionarios, 4 prácticas, 1 bibliografía trabajo de campo.

ANA MARÍA RUIZ MOLINA: 4 bibliografías, 4 cuestionarios, 4 prácticas, 1 bibliografía trabajo de campo.

Además se ha añadido al blog el TRABAJO DE CAMPO: Cáncer de colon en el anciano


miércoles, 28 de septiembre de 2011

Bibliografía 1


Julián Pérez García
24/09/11

BIBLIOGRAFÍA:

Sánchez Ayala MI. Psicología del envejecimiento. En: Guillén Yera F, Pérez del Molino J, Petidier R. Síndromes y cuidados en el paciente geriátrico. 2ª ed. Madrid: Elsevier-Masson; 2008. p. 47-51.

COMENTARIO:

Dentro de la temática general sobre el envejecimiento he elegido este capítulo que trata de los cambios psicológicos que acompañan al proceso de envejecer.  A lo largo de la historia y de las distintas culturas el hecho de hacerse viejo se ha considerado desde diferentes perspectivas. Así, mientras los romanos consideraban al viejo como un ser sabio y experimentado y la vejez un estado al que se desearía llegar, los clásicos griegos otorgaban una imagen completamente distinta, el viejo era el típico necio, avaro y burlón. En definitiva se asociaba la vejez con decrepitud, decadencia, caducidad. Esta imagen proyectada desde Grecia quedó marcada prácticamente hasta nuestros días, hasta que los estudios científicos del siglo XIX sentaron las bases de la vejez como un proceso dinámico y adaptativo del individuo necesario para mantener su integridad psíquica como ya ocurría en otras épocas clave de la vida.  Hablamos de un proceso multicausal puesto que está influido por factores culturales, psicológicos y sociales y que además depende de la vida que haya llevado el sujeto hasta su senectud, es decir, de su madurez psicológica, desarrollo intelectual o relaciones interpersonales. De ahí el significado de la popular frase “se envejece como se ha vivido”. Durante la vejez se producen cambios fundamentalmente en dos sentidos: a nivel cognitivo y a nivel de la personalidad. A nivel cognitivo diversas funciones como la inteligencia (cristalizada y fluida), memoria (corto plazo, reciente y remota), atención, lenguaje, razonamiento o pensamiento se ven en general enlentecidas y deterioradas aunque con gran variabilidad de unas funciones a otras e interindividualmente. Se ha comprobado que los factores generacionales, históricos, económicos y sociales tienen más peso que la propia edad. Entre las funciones cognitivas más mermadas destacan la capacidad de aprendizaje y el rendimiento de la memoria, mientras que la inteligencia y el lenguaje se conservan mejor con el paso de tiempo. Respecto a la personalidad se tiende a creer que más que un cambio de la misma lo que aparecen son rasgos típicos según la personalidad del sujeto que serían continuación del proceso de adaptación mencionado antes. Por último en el capítulo se trata el impacto de dos fenómenos con difícil adaptación para el individuo como son  la jubilación y el duelo.